Un límite es un punto de diálogo es una investigación realizada de 2021 a 2023, desde el desierto de la Guajira hasta la selva del pacifico chocoano colombiano, transitando la sabana de Bogotá y concluyendo en لخليل al-Jalîl, Palestina. Esta indaga alrededor del tejido humano y la construcción de vínculos intangibles para encontrar procesos de resistencia, autodeterminación y cuidado por medio del uso de plantas y alimentos coo forma de afecto. Esto es explorado a través del ultrasonido, la palabra y los sentidos. He habitado el límite y explorado otros límites territoriales para incluir territorios en mi territorio afectivo. Por lo tanto, este proyecto ocurre en el espacio liminal de la palabra y de la colectividad como escenarios de exploración, de intervención y de unión.
Todos somos territorio, todos nos encontramos en un límite. El sonido, las palabras y el paisaje son horizonte. No estamos en, sino que somos movimiento y por lo tanto necesitamos afectar y ser afectados. Habitamos en un límite entre selva y desierto, pululamos entre el habitar y el migrar. En una muerte que se renueva con el amanecer.
Las intervenciones incluyen interacción entre plantas por medio de lectura de cavitación (movimiento de savia en tallos de plantas), sonidos táctiles desde el uso y preparación de alimentos y plantas desde prácticas comunitarias y macrocarteles a partir del trabajo de campo hecho.
Esta investigación concatena en la misma línea de horizonte procesos de cuidado que responden a patrones de opresión, explotación, deshumanización y silencio paralelos y que actúan desde los mismos poderes globales. Incluso en la transposiicón de culturas el afecto, la alegría y el cuidadocomo único proceso necesario son patrones de resistencia que se convierten en piezas sonoras y escritas. Especialmente en Palestina el proceso adquiere responsabilidades éticas y de prácticas artísticas no opresivas por el caracter de monitoreo a abusos de derechos humanos que se tuvo en el territorio.
La investigación entra en pausa tras dos momentos de muerte y se transforma a procesos consecutivos de sanación, escucha y transformación hacia las prácticas relacionales y el cuidado colectivo. El gran hallazgo de esta investigación fue un resultado ubícuo, inmaterial y que existe en la acción, en las palabras y en el afecto como forma final de práctica artística que genera la construcción de la organización Radio Juntanza.
ETAPA 1- GUAJIRA Y CHOCÓ
En colaboración con/ in collaboration with: Taavi Wenk ( Soniso), Orbe Orfilia Bermúdez, Pilar Murillo, Leonardo Rodríguez, Absalón Cáizamo (Líderes Comunitarios), Arturo Aristizábal ( Fotografía) y la tripulación del barco Bahía Cupica.

Sonograma de cavitación en plantas/ sonogram of plant cavitation
Centro de Medellín- Downtown Medellín- 2021

Sonograma de cavitación en plantay horizonte / sonogram of plant cavitation and horizon
1080 x 1920
2021

Sonograma ultrasonido de plátano / ultrasonic sonogram of plantain
800 cm x 100 cm
Centro de Ciudad Mùtis – 2022



Aveces en Ciudad Mutis se escuchan balas en la noche, se oye de desaparecidos y muertos, se ven las procesiones a las novenas de jóvenes que se metieton entre dos bandos de poder. El tráfico sostiene a un pueblo y mete dentro de él sus lianas de violencia.
Un día hablando de esto una amiga y sabedora de la zona hizo la comparación entre lo que hacen los humanos y lo que hacen los animales.decia ella que entre humanos nos matamos pero la naturaleza es sabia, en la selva un Tigre (jaguar) nunca mata a un Tigre.
Fue un comentario que me quedó en la mente y que masticaría más adelante en las noches de balaceras.
Este macrocartel fue instalado en la vía de Ciudad Mutis al corregimiento de El valle, Chocó como parte de la investigación “Un límite es un punto de diálogo.
El cartel dirige a un video con sonogramas del ultrasonido del mar con sonido táctil del acto de rayar coco.


Macroposter con adhesivo de yuca / macroposter with yucca adhesive
Sonograma de raspado de coco y corriente marina / sonogram of coconut shaving and marine stream
800 cm x 100 cm
Centro de Ciudad Mùtis – 2022



Bahía Solano, Chocó, 02/2022
Es una expresión que salió de Absalón Cáizamo, pescador y guia profeta de la isla de Salomón, Habitante de la ensenada de Utria y que manifiesta como todo en estas tierras depende del golpe de las mareas, de sus ritmos, de las temperaturas del mar que transforman las dinámicas de la fauna y flora marina y permean la supervivencia de las personas que acá habitan.
Vivir a golpe de marea es tener la tranquilidad para adaptarse al cambio repentino, a otras temporalidades y dificultades, es aceptar que nada es permanente y al tiempo hay cosas que se cuidan para dejarles a otros.
El cartel remite a un video con sonograma del sonido ultrasonico de la lluvia selvática y el sonido táctil de pelar platano primitivo.










FOTOGRAFíAS: Luis Arturo Aristizabal Cubillos @muelapicha












BITÁCORA DE INVESTIGACIÓN
Las siguientes anotaciones fueron tomadas durante los recorridos territoriales. La bitácora se pausa de forma abrupta ante la muerte de un colega y mi abuelo. Desde acá el proceso se transforma a otras experiencias.
ENERO 31 2021 OROSHO – GUAJIRA
En algún lugar entre las cuevas del Jepirra y el pilón de azúcar.
Le he entregado el libro a la señora Lourdes, he llegado tarde y lo lamento. No pude entregarle en sus manos el libro que ella ayudó a escribir, no pude cumplir mi palabra, su alma ahora está acá, en el Jepirra junto a sus ancestros, espero me perdone por no haber llegado a tiempo, esta peregrinación en el desierto la tiene a ella como guía, busco los jagueyes de los que ella me habló, ese mar que le hablaba, el cardón, busco que mi arrepentimiento por haber llegado tarde y no permitirme darle el libro en vida se disipe con el viento del desierto; su tumba no me dio mucha respuesta, su hijo me dio en agradecimiento un desayuno de tortuga que mi estomago no quiso ni ver, pero lo agradezco.
He visitado a don Vicente, es un amigo a quien admiro y me alegra conocer, siento con el cómo con todos que recibo más de lo que doy. No hay nada que pueda hacer por su comunidad, el cómo líder putchipu hace todo lo posible, me siento en deuda.
El día de hoy comenzó de inmediato con profundos cuestionamientos. Luego de una noche de pesadillas bajo las estrellas nos despertamos con la visita de dos personas que querían saber qué estábamos haciendo en el territorio que hace parte de una reserva indígena. En ese momento me sentí como una basura, incluso recordé el maldito capítulo de mi tesis en el que se recomienda el respeto antes de entrar en un espacio, nos metimos en el rancho de alguien sin pedir permiso. Luego de pedir disculpas y hacer los respectivos pagamentos iniciamos una caminata de 4 kilómetros por el desierto, no es mucho, aunque se siente luego de cargar la mitad de tu peso en la espalda, podía de a poco sentir mis niveles de serotonina bajar a cada paso, era el cansancio.
Caminar en silencio bajo el sol y ese amarillo que se te mete en los ojos se vuelve un acto meditativo en el que se ven muy de frente las quimeras interiores. Lastimé mi pierna con una espina de trupillo, aunque veía la sangre gelatinosa salir de mi piel tostada no sentía nada. Ya en el campamento me hice curación y empezamos de nuevo una jornada de registro sonoro.
MARZO 15, BARCO EN MEDIO DEL OCÉANO PACÍFICO
Me encuentro dentro del barco, en la proa, los camarotes son pequeños como estantes en un armario, nos dieron viuda de almuerzo. Dormí en un extraño bamboleo por las olas del mar. He tenido episodios entre la meditación y el sueño, pienso con calidez en el alma en las personas que quisiera vivieran esta experiencia conmigo. Dentro del barco vienen familias, niños pequeños, ancianos en sillas de ruedas, señoras de ojos sonrientes, todos hacinados en un pequeño cuarto de camarotes diminutos incluso para mi estatura andina donde en medio de la noche no queda espacio para los humores y se esparcen en los cuerpos de otros, afortunadamente estoy agotada. Un niño llamado Daniel se ha enamorado del papel y el esfero, ha hecho planas en el respaldo de mi bitácora, dibujó un delfín y un tiburón. Todo se ve increíblemente azul, un azul que deslumbra los ojos.
MARZO 20, BAHÍA SOLANO – CHOCÓ
He conocido a la señora María, una partera tradicional que vive cerca de la ribera del río, me mostró su jardín y la forma en la que ayuda a destramar a los niños que vienen al revés. Ha dejado el oficio por que la dermatitis que la agobia ya no le permite tener contacto con la sangre que implica su oficio. Hace un mes murió su esposo. Su hijo fue asesinado hace 19 años por los grupos armados.
ABRIL 12, Mama Orbe, EL VALLE CHOCÓ,
Habito en un lugar sin tiempo en el que los hombres y mujeres comparten sus fragancias porque esas son las disponibilidades de mercado en un lugar pequeño y sin calles pavimentadas con las sonrisas más blancas y grandes que he visto, las mujeres son esbeltas, altivas, caminan con gracia y mueven sin intención sus caderas como si no tuvieran ninguna intención de tocar el suelo, hace calor, el clima es húmedo y a la vez cálido, no sabes si lo que se escurre por tu cuello es agua de mar, sudor o la noción de realidad que se desvanece cada día. A veces veo figuras de rostros amables vestidas de blanco en el mar que confundo con troncos o con manchas en mis lentes, anoche me dijeron en un sueño que ya es tiempo y no sé si debo regresar o seguir explorando un territorio que me causa escalofríos de emoción pues es otro tipo de selva, es una selva que antes no había entendido, una manigua llena de músicas africanas, de maderas de altísimo calibre, de arrullos y bundes que me erizan la piel y me dan ganas de llorar. Se percibe un equilibrio entre la escasez y la abundancia de algo, de algo que aun no entiendo, pero siento que me estoy alimentando poco a poco.
MAYO 19 BAHÍA SOLANO- CHOCÓ
Decidí quedarme a vivir acá, he conseguido un trabajo que me permite acercarme a la comunidad desde su producción de imagen. En Bahía solano se siente una suerte de desarraigo por el carácter de colonia que tiene la población, esto se ve por ejemplo en las manifestaciones gastronómicas que no utilizan tanto los ingredientes nativos de la región, sin embargo, algunas personas confían de forma acérrima en el uso de plantas y de este sistema de creencias ancestral por encima de los sistemas de salud que de forma paupérrima atienden al territorio. Se menciona mucho a las mayoras y los mayores y sus conocimientos, sobre todo. Es un ritual cotidiano el de aplicar estos conocimientos, por ejemplo, diariamente muchas personas se toman un trago de viche curao, un licor artesanal con diferentes plantas que se almacena a oscuras y que es diseñado a partir de las necesidades de cada persona. Estas uniones entre plantas parecieran ser un símil con las uniones entre personas dentro de la comunidad cuyos vínculos y redes de apoyo fortifican al núcleo.
El narcotráfico es un fenómeno que se siente en el territorio, en especial en las noches, se escuchan las lanchas salir en busca de los bloques de capital que pueden arreglarle la vida económica a una persona en una noche pero además generan en el corregimiento esa noción de que la vida es ligera, breve y fácil desde lo que el dinero puede lograr, veo prostitutas a veces salir de ciertos hoteles, compañeros me cuentan de mujeres nativas que buscan solamente a hombres que estén dentro de ese negocio, de cómo sus relaciones cambiaron al decidir no hacer parte del mismo. He podido ver además la relación coloquial que se tiene con la muerte, cuando alguien muere se sacan camisetas con la foto y un mensaje en memoria del fallecido, en tallas para mujeres y hombres, niños y grandes que se usan durante las novenas. A veces las personas que mandan la mercancía imprimen además calcomanías para sus bloques de coca, algunas con elefantes, la palabra rolex, la palabra risa. Es un fenómeno que a pesar de todos está metido en la economía del lugar bajo un manto turístico.
MAYO 24, PLAYA CUEVITA- CHOCÓ
El enyucado sabe mejor cuando llueve duro y ese goteo ensordecedor le retumba a uno en todas sus vulnerabilidades internas. El enyucado se prepara rayando yuca, panela, coco y jengibre mientras que se habla y se mastica la palabra, hasta que se canse la mano y rote a la otra. Se pone en una sartén con un poco de mantequilla a fuego lento, se voltea y se come tibio.
JUNIO 2, EL VALLE. CHOCÓ
A veces el mar despierta agitado, lleno de costales, palos y densidad. A veces se siente lo que ha pasado la noche anterior. Las lanchas cargadas de coca han dejado una carga, muchos salen a recogerla porque representa una ganancia de 5 millones de pesos por kilo que sube hasta Panamá y luego es consumida continente arriba.
JUNIO 12, BAHÍA SOLANO- CHOCÓ
Llueve
He perdido el sentido del olfato a causa de la sinusitis que me trae el resfriado selvático.
A partir de mi malestar las personas locales me han recomendado pronto alivio para el dolor de cuerpo pipilongo para la tristeza de estar enfermo en las mañanas y mataratón para bajar la fiebre. Aunque sé que mis síntomas no corresponden a los de la actual pandemia, las plantas que me han recomendado si son utilizadas frecuentemente para el tratamiento del coronavirus que se ve como una afectación más del cuerpo que solo requiere visita al médico en casos de emergencia. El uso de plantas está visto por encima de misticismos o incluso espiritualidades, se ve como el uso más natural y orgánico del entorno que nos rodea, como una extensión básica de la existencia y el habitar este lugar.
JUNIO 22, BAHÍA SOLANO- CHOCÓ
Hace 2 semanas una turista, jugadora de balonmano profesional proveniente de Antioquia se ahogó en el mar, estábamos a unos metros de ella, vi a mi amigo instructor de surf intentar encontrarla, encontraron su cuerpo atravesado por troncos al día siguiente en los longos de la cascada. Ese día el mar me empujó y me lastimó una pierna sacándome escandalosa sangre de un par de rasguños. Como diciéndome, “sálgase, a usted todavía no le toca”.
Justo una semana después en playa cuevita visitando a Mama Orbe tuve un golpe en un pie, mi dedo del medio del pie izquierdo se puso (y aún se siente) inflamado y morado. Fui al médico, pero no pueden saber si está roto, la única forma de tomar radiografías es tomando un vuelo a Medellín. Fui a la casa de la familia de mi amigo Neldo, Embera Dobida ya que su padre es sobandero y sabe “el secreto”, sus masajes no me quitaron completamente el dolor, pero si me dieron calma momentánea, la amabilidad de su madre y la apertura de su casa me recordaron a la mía. Todas las manos de todas las madres dan paz.
Anoche me enteré de que violaron a una mujer llamada Margarita, la vi un día tomando un tuc tuc desde Ciudad Mutis hacia el Valle, es muy querida en el pueblo, la golpearon hasta el punto de dejarla inconsciente. Mas tarde esa noche me senté a escribir proyectos y trabajar en varias cosas, no había nadie en las cabañas cercanas, seguí trabajando hasta al 1 am, me fui a dormir pensando en la turista y en Margarita, en esa sensación de soledad antes de morir, de completa fragilidad, de vulnerabilidad, de saber que somos de carne y hueso blando como el balso, somos de carne, soy de carne, de fluidos como el mar que se lleva lo que desee, somos de vacío; de repente mi corazón no dejaba de palpitar aceleradamente, rogué por horas que mi corazón y respiración se calmaran para poder dormir, llovía fuertemente. Mas tarde, aún sin dormir a las 6 am corrí en domingo hasta el hospital, nadie adentro sabía que tenía, pero yo, caminando a pasos de algodón sentía que mi corazón ya no podía palpitar más, no existía el aire en mis pulmones. Todo era una alucinación de amanecer en un lugar extraño, veía la selva de un verde intenso a mis espaldas, el amanecer naranja y la tierra debajo mío que se sentía como cuando se mastica azúcar, caminé por 15 minutos, no sabía si era real o seguía en mi cama en la cabaña. Llegué al hospital soltando gritos ahogados. Me estaba volviendo loca, nadie sabía que tenía, solo lo supo una doctora de acento venezolano y una profunda amabilidad. Tenía un ataque de pánico.
La casualidad hizo que personas junto a mi tuvieran el conocimiento para curarme lo que el hospital no pudo. Tras cuidados de una vecina, de mi casera y la voluntad indomable de mi compañero en Bogotá pude retornar a una sensación de seguridad, de que todo iba a estar bien, pude recuperarme de a poco viendo televisión infantil monótona y predecible con colores pasteles y poco estimulantes, tomando caldos, aromáticas, respirando lavanda, comiendo galletas saltinas a medias y hablando mucho de mi vida, de mi viaje. Ese día descubrí lo peligroso que es tener miedo y pretender que no está ahí.
OCTUBRE 15. EL VALLE – CHOCÓ
Estaba muy emocionada por regresar a Mama Orbe, es una especie de figura materna y amiga que encontré en el Chocó, la respeto infinitamente por el carácter con el que ha construido su familia, por la forma en la que resignifica el ser mujer, por todo su conocimiento de su territorio, de su ancestralidad, de sí misma. Es maestra, narradora, compositora, pero por encima de eso tiene un dominio de la palabra con la que atrapa a cualquier persona que la escuche, siempre tiene hacia mí una espontaneidad genuina que me refresca el alma porque no sale desde una dulzura impuesta sino desde un afecto sincero. La quiero.
Ella me alimentó el alma y el cuerpo justo durante el tiempo en el que estaba tomando la decisión de irme o quedarme. En cierto punto supe que siempre regresaré a ella. Es una amiga y catalizador en mi vida. Me recuerda la importancia de ser dueño de sí mismo. De saberse merecedor de amor y respeto. De querer desde la acción y la dignidad.
DICIEMBRE 10- BAHÍA SOLANO- CHOCÓ
Visitamos a Doña Tere, es una mujer muy cálida, sonríe de forma muy genuina, me dice mi negrita. Mi negra hermosa.
Hablamos de la situación actual en el pueblo, de las dos pipetas explotadas recientemente, de como con el tiempo, las balaceras y las capturas, las vacunas y los tiroteos la han dejado con vértigo, algo que aunado ala ansiedad ha sentido en otras personas de su comunidad.
Hablamos de sus tres hijos, de 24, 29 y 34 años, de como todos están ahora trabajando en Medellín porque acá eran acosados para ser reclutados por los grupos paramilitares. A uno de ellos, que tenía un local de celulares en el garaje de su casa le pidieron vacuna y tuvo que cerrar, es por eso que ella, Doña Tere, no abre su local de artesanías, no quiere ser vacunada.
A veces el vértigo le causa caídas, golpes en la cara, pero toma medicamentos para eso que le proporciona su seguridad social. Nos habló de como los jóvenes entran en ese tipo de dinámicas porque en el territorio no hay otras opciones, no hay nada más que hacer, Los jóvenes en su mayoría, no todos, quieren una moto o un celular, algunas chicas se venden por tener lo que quieren.
En este momento estamos en temporada de lluvias, doña Tere no ha podido poner a secar su iraca para tejer artesanías. El oficio que realiza lo aprendió de las monjas teresitas en Medellín, ella estuvo con las monjas por veinte años, su madre murió en el parto y su padre fue envenenado por una nueva esposa que quería heredar su casa. Con las monjas, siendo una mujer negra y joven en un colegio de montas y todo lo que eso implica, aprendió a tejer, a cuidar de su familia, allí empezó a hacer sus agujas con espinas de pino para ella y para sus compañeras que antes tejían con mina de esfero.
Antes de salir de nuevo desde Bogotá hasta el chocó me despedí de mis abuelos, les deseé felices fiestas y les di un abrazo que dure hasta el otro año, Mi abuelo ya no está en condiciones de levantarse, hablamos suave y tranquilamente desde lo que permite su oído, yo le acariciaba la mano, veía sus ojos que son los mismos de mi padre brillar. Lo recordé cuando hacía fisiculturismo y me levantaba colgando de uno de sus bíceps, cuando me enseñaba chistes regionalistas, cuando me hablaba de lo que es ser un hombre integro, rey de su mundo, responsable de su conducta.
“No se nota, pero si hace falta” como un grano de arena en el desierto
“No se nota, pero si hace falta y sin eso el ritmo de la vida no tendría sentido”
Así me siento a veces con mi trabajo y sé que debo recordar que es como ese granito de arena en el desierto.
DICIEMBRE 11- BOGOTÁ
Llueve
Cuando era pequeña me sentaba con mi abuelo a hablar de la vida, sobre como nuestras acciones son pequeñas, diminutas, pero cuentan.
La semana pasada hubo una serie de enfrentamientos armados en el pueblo, parece que personas de un grupo armado llegaron y el grupo dominante, el paramilitar les dio un tiempo límite para salir de bahía.
También colocaron un cilindro bomba en la via hacia el aeropuerto. Me entere de todo esto por mis amigos en la zona. Al llegar se sentía ese inminente silencio, de miedo, de zozobra.
A veces entiendo que el narcotráfico interviene el territorio no solo desde un cataclismo violento sino desde una oportunidad de porcelana de desarrollo, de consumo de lo necesario e incluso de lo innecesario, de construcción, de vehículos, de un aparente lujo de inmediatez. A veces esas contradicciones se entremezclan en el mar, y sancochan la piel de los que nadamos tratando de observar sin quebrantarnos un territorio profundo de inextricables complejidades y poéticas que vive mezclado con un conflicto y tráfico del que ya no puede deshacerse.
Ella recuerda estudiar con mecha de petróleo, de petróleo negro porque el blanco dura menos, que le negreaba la piel.
Antes de irnos nos dio cilantro cimarrón, lo que yo conozco como cilantro cimarrón, poleo, albahaca y hierba buena de su huerto, mencionó a la begonia como recurso para los cálculos renales, solo le queda una planta porque la comunidad también se dio cuenta de las propiedades medicinales de la begonia,
Se salió de la carrera de monja por amor, por la “alegre arrechera”, porque “como se le ocurre que una negra va a ser monja, eso hasta pecado será.
La casa en la que ella vive es hermosa, se ve como nueva, recién construida, dice ella que es porque la madera fue cortada en luna menguante para que dure más, igual que como se corta la iraca; La madera se debe recoger en quiebra y en menguante para que a la casa no le entren bromas. Ella me dice “mi negra hermosa”.
Doña Tere no está en su casa, hay personas amañadas en las calles.
DICIEMBRE 18- EL VALLE ,CHOCÓ
Hoy visitamos a Mama Yoya, una señora muy amable que siempre atiende a todas las personas como si fuéramos sus hijos e hijas, porque ella tiene hijos e hijas en otro lado y espera que así mismo cuiden a los suyos.
Ella me dice “Mi Japonesita” por mis rasgos indígenas que parecen asiáticos y que confunden a algunos. Nos contó que más tarde quería ir a la novena del niño que mataron, el tenía catorce años, no lo habían bautizado, su padrino se quedó con la ropa del bautizo lista. Lo mataron porque no quería matar a su hermano por una suma de dinero.
Ellas, Mama Yoya y sus hijas nos aconsejaron no viajar en la noche, nos dan cariño con masitas y tinto.
Hace unos meses cuando la visité tenía un acamada de gatitos apenas empezando a crecer. Ahora le quedan solo 2 gatos de sus nietos, dice que los vecinos mataron al resto, también envenenaron a la perra de su nieto, estaba preñada de 5 perritos y llegó a morir a su solar.
“¿Hay más gatos que perros, y sabe por qué?” Dice ella, “Porque los perros si suenan, avisan de las motos y la gente que pasa en la noche y ellos no quieren que nadie avise, y por eso los matan, porque ladran de lo que ven, porque cuidan”
DICIEMBRE 25- BAHÍA SOLANO CHOCÓ
Sentimos una extraña calma en el corregimiento. Nos explican entonces que por las fiestas las personas no matan, no les gusta por una especie de respeto matar en las festividades. Don… nos explica que hace unos años los grupos que estaban en la zona eran los elenos, ELN, de extrema izquierda , ellos no cobraban vacuna de ningún tipo, estaban liderados en la zona por
Margarito, un solaneño, Margarito contrató a Daniel para que colaborara con el grupo, pero el grupo armado, al no cobrar vacunas no tenia como financiar su negocio, mientras que los paracos si, ellos entraron a la zona, junto con Daniel que se cambió de bando y empezaron a extorsionar, a violar personas, a permitir la prostitución y la instalación de burdeles en el pueblo.
Se dice que a Margarito le han hecho varios atentados, le han disparado en la cabeza y aun así no ha muerto, por eso dicen que este rezado, el regresó a sacar a los paras de la zona para que no haya más extorsiones, violaciones ni ultrajes, que los únicos que paguen vacuna sean los que trafican, ha mandado comunicados por whatsapp para avisar que paraco que vea paraco que mato. Unos usan camisetas rojas, los otros negras. Margarito vive en el barrio Pueblo Nuevo y por eso es complicado entrar allá, se dice que volvió a Bahía con ayuda del gobierno y militares lo escoltan. Los de camisetas negras, los paras asesinaron a los dos policías como retaliación por arrestar a un compañero de su grupo.
Febrero 11 2022- EL VALLE, CHOCÓ
Darío Murió
Querido pacífico. La intensidad de las emociones que me has proporcionado es infinita. Me mostraste la profunda euforia que te une con la respiración de la vida misma y el profundo dolor que te hace cuestionar tu fuerza interna.
Me voy una vez más agradeciendo cada momento que viví acá con cada persona a la que regresaré para seguir construyendo proyectos y tejidos.
Me voy con la consciencia de la finitud de la vida, de cómo el amor y la fraternidad comunitaria son lo único que sostiene al final el fuego de la vida.
Veo las sonrisas de las personas que me acogieron acá, que nos dieron su tiempo y cariño, siento el dolor de los vacíos que dejan las corrientes del destino. Veo a ese amigo que se va siendo una lección de valentía, entrega y alegría. Veo el dolor de mis amigos por el vacío que deja. Acompañó su dolor.
Me voy abrazando a mi familia chocoana. A mis amigos ubicuos. Al mar y a la selva que me hicieron ver la plenitud. Siempre estaré acá. En la sonrisa sincera de los amigos, en el humor chocoano y jovial, en la valentía de las causas que protegen la vida, en las familias cuya fuerza es un legado para mi vida
El final es solo un tránsito, un atajo hasta el regreso a casa.

Esta etapa fue apoyada por el Ministerio de Cultura de Colombia
ETAPA 2- BOGOTÁ
Escucha atenta: conversaciones emocionales y territoriales. Esta es una conversación íntima, estrecha entre estas 3 sabedoras (Adriana Beltrán, Elena Villamil y Carmen Caballero) y la artista Carmen Caro que camina entre lo íntimo y lo colectivo, entre la herida emocional y la herida territorial, entre los vestigios de los cuerpos y almas explotadas. La premisa de la investigación planeta que los procesos de explotación emocional tienen fuertes paralelos con la explotación territorial y desde esta perspectiva el escuchar a estas sabedoras desde espacios íntimos y de vulnerabilidad manifiesta una posibilidad de comprender los procesos de sanación tanto del individuo como del contexto.









Esta etapa fue apoyada por el instituto Distrital de las Artes, Bogotá, Colombia
ETAPA 3- PALESTINA
Esta intervención escrita por medio de panfletos repartidos en movilizaciones, actividades y espacios de cuidado concatena en una frase las reflexiones construidas con Alaa Jaber, Layla Hassan Awawda y la organización Shuruq شروق habitantes de Al- Quds y Al- Jalil en Palestina Ocupada. Quienes son líderes territoriales y de su comunidad enfrentando los efectos de la ocupación, colonización y deshumanización. Este proceso fue realizado durante una estancia de monitoreo de derechos humanos en Junio – Septiembre de 2023. La frase es una transformación de la cita de Jaime Batemán Cayón, Revolucionario Colombiano. “ El amor es la certeza de la vida”
